Visita barrio santa cruz sevilla

El Barrio Santa Cruz, la antigua judería de Sevilla

El barrio de Santa Cruz, que tiene su origen en la antigua judería donde la población hebrea fue confinada dentro de un muro con tres puertas cuando Fernando III tomó la ciudad en 1248, es historia viva de la ciudad de Sevilla y un entramado de callejuelas y placitas que invitan al paseo y al disfrute de sus sonidos y aromas. Fue límite amurallado de la Sevilla romana y lugar de paz y prosperidad durante la época musulmana. Con la reconquista cristiana la persecución de los judíos fue creciendo, la dramática revuelta antijudía de 1391 que acabó con más de 4.000 víctimas y la persecución de miles de inocentes es buen ejemplo de ello, hasta llegar a su expulsión total en el siglo XV. Muy cerca de este bello e histórico enclave podemos encontrar algún apartamento turístico de calidad donde poder alojarnos.

En la actualidad es una de las zonas más turísticas de la capital de Andalucía, dado que quienes la visitan disfrutan perdiéndose por sus típicas y estrechas calles mientras contemplan sus casas señoriales, sus patios pletóricos de flores, el suave murmullo de sus fuentes y el delicioso olor de azahar que envuelve cada uno de sus rincones. Es tal su belleza que ha sido fuente de inspiración para escritores y músicos. “¡Ay barrio de Santa Cruz!, ¡oh plaza de Doña Elvira! hoy yo voy a recordar y me parece mentira” dice una de las estrofas de la canción ‘Dos cruces’ o “Sevilla sigue teniendo/un sol de radiante luz/y amores entre penumbras/del Barrio de Santa Cruz/¿qué mas se puede pedir?/Si la gloria está en Sevilla/’juntito’ al Guadalquivir”, del poeta Rafael Castañeda.

Visitas obligadas son la Plaza de Doña Elvira, un rincón encantador a muy pocos pasos del Real Alcázar, lugar donde estuvo un famoso corral de comedias donde en el siglo XVII estrenaba sus obras Miguel de Cervantes y uno de los escenarios de la obra Don Juan Tenorio de José Zorrilla; y la plaza de Santa Cruz, auténtico símbolo del barrio presidida por una cruz de forja con cuatro faroles de extraordinaria belleza. También merecen atención el Patio de Banderas, unido por un pequeño e intrincado pasaje con la hermosa calle Judería; el Callejón del Agua; la calle Cruces, conocida por los sevillanos como plaza de las tres cruces, por su forma triangular y el monumento formado por tres cruces de hierro sobre tres pilares que evocan la crucifixión de Cristo y los dos ladrones.

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