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IGLESIA DE SANTA CATALINA, UNA DE LAS IGLESIAS MAS ANTIGUAS DE SEVILLA

Nuestro paseo por Sevilla de esta semana nos lleva hasta el barrio de Santa Catalina para conocer la iglesia que lleva su nombre, uno de los más claros exponentes de la arquitectura mudéjar del siglo XIV. Construido sobre una antigua mezquita, se trata de un templo de extraordinaria belleza que ha sufrido importantes transformaciones con el paso de los siglos y se encuentra a no más de cinco minutos a pie desde nuestro apartamento turístico en el centro de Sevilla. Está dedicada a Santa Catalina de Alejandría, santa romana del siglo IV, reina virgen y mártir que los cristianos invocan para evitar la muerte súbita. Su culto se extendió de manera rápida por toda Europa en el siglo XII, de manos de los cruzados.

La iglesia de Santa Catalina, donde llegaremos sin problema alguno desde nuestro apartamento turístico para toda la familia en Sevilla, está declarada Monumento Nacional desde 1912 y Bien de Interés Cultural desde 1985 y permaneció cerrada durante casi 15 años, desde junio de 2004 a finales de noviembre de 2018, para acometer unas obras de restauración al encontrarse el inmueble en amenaza de ruina. Su estructura corresponde a la tipología del templo parroquial mudéjar sevillano del siglo XIV, siendo de planta rectangular con cabecera poligonal. Surge como transformación de las iglesias góticas construidas en los primeros años de la conquista cristiana y consta de tres naves, siendo la central más ancha y alta. Está separada de las naves laterales por pilares de forma cuadrangular que se unen mediante arcos apuntados de ladrillo visto.

La puerta principal de acceso a la iglesia, a los pies de la nave central, es gótica ojival y procede de la clausurada iglesia de Santa Lucía, del siglo XIV. Su instalación se produjo durante las obras de restauración integral que se llevaron a cabo entre 1923 y 1930 y desde entonces oculta su puerta original de estilo mudéjar, que ahora forma parte del interior del templo. En estos años también se dejó al descubierto todo el lateral de su fachada sur, a la que antes estuvieron adosadas varias casas.

Desde nuestro apartamento turístico en el centro de Sevilla llegamos a la que es una de las iglesias más antiguas de Sevilla, con una historia que va de la Híspalis romana a la Sevilla cristiana pasando por la Isbiliya musulmana. En la cripta pueden apreciarse restos romanos, en forma de una canalización de agua, y de época visigoda, de entre los años 600 a 700, una construcción de carácter religioso, con presencia de enterramientos. Sobre ella se levantaría una pequeña mezquita con el objetivo de islamizar la zona, de la que se conserva la quibla. También pueden verse la primera iglesia mudéjar de 1248 y evidencias de cómo se reconstruyó tras el terremoto de 1390. En lo que fuera el coro se ha instalado un espacio museístico. Por el interior de la torre se puede acceder a las cubiertas de la iglesia, desde la que se contemplan unas magníficas vistas de Sevilla.

Cuenta con una de las capillas más hermosas de Sevilla, la capilla sacramental de Santa Catalina, que en 2021 cumplió 300 años. De estilo churrigueresco, un barroco con una recargada decoración, que en España estuvo muy presente en el primer tercio del siglo XVIII, está ubicada en la cabecera de la nave del evangelio y contrasta mucho con el resto del templo. Este estilo arquitectónico y decorativo deriva del apellido Chirriguera, una estirpe de arquitectos barrocos cuya obra se caracteriza por una abigarrada ornamentación, y nació con cierto sentido despectivo, siendo sinónimo de extravagancia y mal gusto para los defensores de la estética academicista. Es obra del arquitecto Leonardo de Figueroa en la primera mitad del siglo XVIII (1721) y su interior es un compendio único de tallas, pinturas, yeserías, canterías y dorados y un magnífico artesonado de madera policromada.

Entre las obras destacadas que albergan sus muros, cercanos a nuestro céntrico apartamento turístico en Sevilla, está el Cristo de la Exaltación, de Pedro Roldán, uno de los más importantes artistas del barroco sevillano y padre de Luisa La Roldana, primera escultora española registrada, convirtiéndose en una de las principales figuras de esta disciplina artística en la Andalucía de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. También un pequeño oleo del siglo XVII que representa al Jesús Niño y su autoría se debe a Juan de Roelas. Dentro de la capilla de Santa Catalina destaca el Cristo atado a la columna y lágrimas de San Pedro, obra de Pedro de Campaña, uno de los grandes del Renacimiento sevillano. También merece una mención el Retablo Mayor, realizado por Diego López Bueno entre 1624 y 1629 y presidido por una talla de Santa Catalina creada en el siglo XVIII.

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