Expo21

Paseo arquitectónico por la exposición iberoamericana de 1929 (II)

La exposición iberoamericana que se celebró en 1929 en Sevilla, donde disponemos de apartamentos turísticos de calidad en el centro de la ciudad, dejó un importante legado que se ha convertido en un atractivo turístico de primer nivel. La pasada semana recorrimos aquellos lugares que se levantaron dentro del famoso Parque de María Luisa, con los Pabellones Mudéjar o del Arte Antiguo, de las Artes y Real, ubicados en la Plaza de América, conocida popularmente como plaza de las palomas, y con la singular y espectacular Plaza de España. También hicimos un pequeño repaso por la historia de aquella magna exposición, destacando la figura de quien fuera su gran ideólogo, el arquitecto sevillano Aníbal González.

Una vez cruzamos las puertas del Parque de María Luisa encontramos los majestuosos y únicos pabellones que levantaron los países que participaron en la muestra, cada uno siguiendo su propio estilo arquitectónico. Los primeros estados que se incorporaron a la muestra fueron Argentina, Chile, Guatemala, Uruguay, Perú, Colombia, México, Cuba, República Dominicana y Venezuela (con un pabellón provisional). En 1912 se incorporó Estados Unidos, en 1922 Portugal (que construyó su propio pabellón y otro, cerca de éste, de Macao) y en 1926 Brasil. El Salvador, Panamá, Costa Rica, Bolivia y Ecuador expusieron en las Galerías Americanas. También tuvieron presencia en la muestra el protectorado de Marruecos y los territorios españoles de Guinea.

Comenzamos nuestro recorrido por lo que se conserva hoy en día de aquella Sevilla, ciudad ideal para alojarnos en unos apartamentos turísticos de calidad junto a las plazas de la Campana y la Encarnación (más conocida como de las Setas por su original arquitectura), en la que fue la entrada principal de la muestra, la fuente de la Glorieta de San Diego, nombre heredado del convento que hubo en esta zona. La escultura central representa a Hispania con un león y un globo terráqueo, en clara alusión al poderío que la corona española tuvo durante siglos en el mundo. Las otras dos, laterales, representan lo material y lo espiritual. La primera porta frutas como alegoría de la riqueza de Sevilla y la otra sostiene entre sus manos a la Inmaculada. Muy cerca se halla también el monumento a la Raza, con versos del poeta nicaragüense Rubén Darío. Mirando hacia la avenida se ve la estatua del Cid Campeador, un regalo de la Sociedad Hispánica de América.

El paseo de las Delicias es el eje vertebrador de este primer paseo por la Exposición del 29. Primero visitaremos el Pabellón de Argentina, sede actual del Conservatorio Profesional de Danza y el primero de los espacios levantados por los países que se terminó. Ubicado frente a la glorieta de Buenos Aires, mezcla en su diseño y decoración el barroco, que en tierras americanas se desarrolló de una forma peculiar, con algunos elementos iberoamericanos e indígenas.

Próximo a él, y a la Plaza de América, encontramos el pabellón de Guatemala, que también alberga dependencias del Conservatorio Profesional de Danza. De sencilla geometría y planta rectangular, su elemento más destacable es el revestimiento cerámico de la totalidad del volumen (elaborado en una fábrica del barrio de Triana), incorporando entre sus motivos en color verde el quetzal, ave símbolo de este país. La carpintería escalonada de la fachada recuerda a las pirámides mayas.

El pabellón de Brasil, donde se ubican dependencias de la Universidad de Sevilla, fue levantado siguiendo el estilo colonial de las edificaciones portuguesas en la costa brasileña a partir de 1580. También parte de la Universidad de Sevilla es el pabellón de México. Con planta en forma de X (en referencia de la presencia de esa letra en el nombre del país azteca), es el único ejemplo en la ciudad de estilo neoindigenista, inspirado en la cultura maya-tolteca de Yucatán.

El Pabellón de Colombia, que hoy en día acoge el consulado de aquel país en Sevilla y la Escuela Náutica de San Telmo, ciudad donde podemos encontrar un buen alojamiento turístico para toda la familia. Sigue el estilo de la arquitectura religiosa del barroco latinoamericano y cuenta con una ornamentación inspirada en el arte precolombino de las culturas indígenas. Nos acercamos ahora al pabellón de Guatemala

No abandonamos el paseo de las Delicias sin antes visitar el pabellón de Estados Unidos. Se trata de un edificio de dos plantas de altura con matices coloniales y decoraciones propias de las grandes construcciones de California. El exterior presenta dos portadas de elegante porte donde la ornamentación y el color de la piedra tallada contrastan con el blanco de los muros de la fachada. Hoy alberga la sede de arte contemporáneo de la Fundación Valentín de Madariaga.

Compartir este Post: