Esta semana terminamos nuestro largo paseo por los edificios que aún se conservan de la Exposición Iberoamericana que en el año 1929 tuvo lugar en Sevilla, ciudad donde encontramos apartamentos turísticos con encanto en pleno centro urbano y junto a los principales monumentos y espacios de ocio y restauración. Además de hacer un recorrido por la historia de este acontecimiento histórico que cambió la fisonomía de la capital de Andalucía, hemos visitado en las dos últimas semanas la construcción que daba la bienvenida a la Muestra a todos los visitantes, la fuente de la Glorieta de San Diego; las plazas de España y de América, que forman un conjunto único junto al Parque de María Luisa; y los pabellones de los países participantes ubicados en el paseo de las Delicias.

Hoy nos desplazamos para empezar nuestro recorrido hasta la avenida de Molini, donde está el pabellón del protectorado de Marruecos, sede del Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, urbe ideal para disfrutar en pareja, con amigos o con toda la familia de un apartamento turístico para toda la familia. Consta de un edificio central distribuido en torno a un patio, que sirve de acceso a las diferentes estancias, y destaca por su torre en forma de alminar. En su interior destaca el artesonado en madera de sus techos y los elaborados mosaicos de sus suelos y zócalos.

Nos acercamos ahora a conocer el pabellón de Chile, situado en la avenida del mismo nombre y convertido en Escuela Superior de Arte. Es el único con estilo vanguardista, enmarcado dentro del movimiento Art Decó. Construido con hormigón, decorado con madera en las zonas nobles, se convirtió en el más grandioso de los edificados por los países invitados a la muestra, con tres plantas y una torre de 50 metros de altura. La portada, monumental, presenta un estilo precolombino. También en la avenida de Chile encontramos el pabellón de Uruguay, ahora sede del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla, además de centro de exposiciones. El edificio es de planta triangular y cuenta con una sobria volumetría exterior que refleja influencias colonial, criolla y europea que forman parte de la estética nacionalista de la arquitectura de aquel país. La decoración de la portada es de estilo neobarroco.

El de Cuba, en la avenida de la Palmera, tiene un aire colonial intensificado por unos balcones que recuerdan a los típicos de Camagüey. El interior tiene acabados en madera en los faroles y escaleras y unos elaborados artesonados. En la actualidad es sede de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo. También en esa misma avenida está el pabellón de Santo Domingo (República Dominicana) que, actualmente alberga la sede de la Dirección General de Educación y Edificios Municipales del Ayuntamiento de Sevilla. Su construcción se hizo como una reproducción a escala del Alcázar de Colón, del siglo XVI, que se encuentra en aquel país, situándose sobre puerta incluso un escudo heráldico de Diego Colón. Las fachadas delantera y trasera muestran unas arquerías y en las esquinas se levantaron garitas defensivas como las existentes en las fortalezas del imperio español en el Caribe.

En el otro lado del Parque de María Luisa, en los conocidos como jardines del Prado de San Sebastián y muy cerca de la Glorieta de San Diego, está ubicado el que fuera pabellón de Portugal, en la actualidad consulado de este país en Sevilla. Sigue la estética historicista neobarroca de moda en aquellos momentos y cuenta con una gran cubierta de perfil curvo muy pronunciado que recuerda al Palacio Real de Sintra.

En la avenida de María Luisa aparece el Casino de la Exposición, aunque realmente nunca se utilizó con ese fin, edificio que albergó el pabellón de Sevilla. Con forma cuadrada, cuenta con una dependencia central circular coronada con una cúpula. Al lado, como anexo del edificio, se levantó el actual Teatro Lope de Vega. Es el único que se conserva de los nueve que se construyeron, ocho por cada una de las provincias de Andalucía y el propio con que contó la localidad gaditana de Jerez de la Frontera.

En esta misma avenida se halla el pabellón de Perú. Un edificio que se concibió como una construcción con fuertes influencias mestizas y coloniales, mezcla de las raíces españolas y de las culturas prehispánicas peruanas. De la arquitectura colonial española son sus hermosas balconeras cerradas de madera tallada, voladas sobre la fachada. Su elegante portada está inspirada en la de la Escuela de Bellas Artes de Lima. Es un edificio de dos alturas con una tercera, a modo de ático en una de las esquinas, que posee elegantes mosaicos incas y un patio con marcado carácter colonial. En la actualidad comparten su uso el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el consulado del país andino.