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SEVILLA SE VISTE DE FIESTA CON SU FERIA DE ABRIL: SUS ANTECEDENTES

La primavera en Sevilla es especial. Acabamos de dejar atrás la Semana Santa, un tiempo de silencio y recogimiento en el que miles de sevillanos y visitantes han acompañado en la calles a los impresionantes pasos de misterio que narran la pasión de Jesús y a esos pasos de palio que acompañan el sufrimiento de María, su madre. Cuando aún quedan en nuestra retina imágenes de la Madrugá, la ciudad, donde nos alojaremos en un apartamento turístico en el centro de Sevilla, cambia de registro y todo se vuelve alegría, cante, baile, brindis con los amigos… Ya está aquí la Feria de Abril.

Una pequeña ciudad, ocupa 1.200.000 metros cuadrados, dentro de la gran ciudad que es Sevilla, donde podemos encontrar un apartamento turístico para toda la familia. Eso es la Feria de Abril. Miles de personas la visitan cada día a pie, a caballo o en calesas de diferentes tamaños y estilos, y hacen allí buena parte de sus vidas en compañía de familiares y amigos. En las casetas se comparten risas, se canta y se baila, se come y se bebe y, por encima de todo, se vive una fiesta que cada año atrae a visitantes llegados de diferentes puntos de España y de distintos lugares del mundo. Este año 2022, la cita en el recinto ferial de Los Remedios arranca el domingo 1 de mayo con el alumbrado y echa el telón con un espectáculo de fuegos artificiales el sábado 7 de mayo.

Fue en 1846 cuando los concejales del ayuntamiento sevillano José María Ibarra, de origen vasco y primer conde de Ibarra, y Narciso Bonaplata, catalán, tuvieron la idea de recuperar las ferias que, una en abril y otra en septiembre, les había concedido en 1254, sin que en ese momento se estuviesen celebrando, el rey Alfonso X el Sabio, cuyo padre había conquistado la ciudad a los musulmanes solo seis años antes. La idea buscaba dar un impulso económico a la ciudad, donde encontramos apartamentos turísticos de calidad, después de la mala época que sobrevino tras la invasión francesa y el paso de un huracán.

El Pleno municipal solicitó poder celebrar una feria de carácter mercantil dedicada a la compraventa de ganado que tendría carácter anual, una duración de tres días y se celebraría en el mes de abril. Sería el día 18 de ese mes del año 1847 cuando, tras la aprobación por parte de la reina Isabel II como días feriales el 18, 19 y 20 de abril para no coincidir en el tiempo con la ya existente Feria de Mairena del Alcor, se inaugurase la primera Feria en el Prado de San Sebastián. En aquella ocasión se instalaron 19 casetas y acudieron cerca de 25.000 visitantes. Fue tal el éxito que los organizadores solicitaron para citas venideras más presencia de agentes de la autoridad porque “los sevillanos, con sus cantes y bailes, dificultaban la realización de los tratos”.

Desde entonces, año tras año, ha venido celebrándose un evento, solo dejó de hacerlo durante una parte de la Guerra Civil y durante los dos últimos años por culpa de la pandemia del coronavirus, que terminaría abandonando su carácter comercial para convertirse en una fiesta social. Su fama hizo que cada vez fuera mayor el número de personas que querían disfrutarla y en 1973 fue necesario trasladar su emplazamiento, que se había quedado pequeño, al actual, en el barrio de Los Remedios. En la actualidad sigue vivo el debate de si es necesario buscar un nuevo emplazamiento de mayor tamaño.

Siempre se ha celebrado con todos o varios de los días en el mes de abril, salvo en 2019, única ocasión en que la Feria de Abril se celebró de manera íntegra durante los primeros días del mes de mayo. Este año 2022, esta circunstancia vuelve a repetirse. Y es que su celebración está determinada por la Semana Santa, una vez que suele comenzar 15 días después del Domingo de Resurrección. Según fue ganando terreno su carácter social sobre el comercial, el aspecto del recinto fue cambiando, decorándose con llamativos farolillos, colocándose los primeros, de estilo veneciano, en la edición de 1877.

Uno de los elementos que distinguen a la Feria de Sevilla es su portada, que en cada ocasión rinde homenaje a un edificio emblemático de la ciudad o a un acontecimiento destacado. La primera construcción que sirvió como tal fue la pasarela que Dionisio Pérez Tobías construyó en el Prado de San Sebastián y que fue inaugurada el 18 de abril de 1896. Se trataba de una construcción metálica inspirada en la Torre Eiffel que sería demolida en 1921 con motivo del ensanche de la calle San Fernando. Y para poder disfrutarla en todo su esplendor nada mejor que alojarnos en un apartamento turístico de lujo en el centro de Sevilla.

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