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CARMONA, ENTRE LAS CIUDADES MÁS ANTIGUAS DE EUROPA: SU PASADO ROMANO (I)

A tan solo 30 kilómetros de nuestro apartamento turístico en Sevilla está la localidad de Carmona, conocida como ‘el lucero de Europa’ por su riquísimo patrimonio histórico-artístico, que recorre desde tiempos del Imperio romano hasta la Reconquista cristiana cruzando por el extenso periodo de dominación musulmana de la Península Ibérica. Su privilegiada ubicación hace que, sin embargo, antes de su existencia como núcleo urbano, la zona contase ya con pobladores desde la Prehistoria. Una interesante historia que se extiende hasta nuestros días.

En este artículo y en el siguiente vamos a detenernos, una vez que hemos disfrutado de todas las comodidades que nos ofrece nuestro alojamiento turístico en el centro de Sevilla, en la huella que los conquistadores romanos dejaron en esta parte de la actual región de Andalucía. Nos acercaremos a conocer la necrópolis, o ciudad de los muertos, y el anfiteatro; visitaremos el mausoleo de una importante familia carmonense de los siglos I y II de nuestra era; y acabaremos conociendo el puente de cinco ojos que se construyó como parte de la calzada romana que unía Hispalis y Corduba y formaba parte de la Vía Augusta.

La necrópolis de Carmona, hasta donde nos hemos desplazado desde nuestro apartamento turístico para toda la familia en Sevilla, está datada alrededor del siglo I, un periodo en el que la forma de enterramiento más frecuente era la incineración. El ritual tenía como escenario unos quemaderos excavados en la roca donde se colocaba la pira para incinerar los cadáveres. Unos quemaderos que también se utilizaban a modo de nichos donde eran colocadas las cenizas, tapándose después con sillares, ladrillos o tégulas. El final del proceso era la colocación de una estela que, con el nombre del difunto, indicaba donde yacían sus restos.

El tipo de enterramiento más común en está necrópolis, uno de los yacimientos más importantes de la Península por su excelente conservación, está conformado por un mausoleo colectivo, integrado por una cámara subterránea y que poseía un carácter netamente familiar. La cámara, a la que se accede por un pozo escalonado, suele tener forma cuadrangular, y cuenta con un banco que lo recorre por la parte inferior de la paredes, lugar sobre el que se abren los nichos y donde se depositaban las ofrendas. Algunas cámaras, tal y como demuestran las huellas y vestigios encontrados, se cerraban con puertas y otras con pesadas losas de piedra.

Dos puntos de interés, que no podemos perdernos antes de regresar a nuestro apartamento turístico de calidad en Sevilla, son las tumbas del Elefante y de Servilia. La primera es una especie de santuario donde se rendía culto a los dioses orientales Cibeles y Attis, que alcanzaron un enorme reconocimiento en Roma. Attis es la divinidad que moría y resucitaba cada año y Cibeles representa a la diosa madre, encarnación de la naturaleza y señora de la vida y de la muerte. El lugar, un gran patio con pasillo central con varias dependencias como cámara funeraria, cocina, almacén, cámara del triclinio y cámaras laterales, todo ello excavado en la roca, recibe su nombre de la escultura de un elefante que apareció en su interior y lo relacionada con la cultura oriental.

La tumba de Servilia reproduce una lujosa mansión con un amplio patio porticado al que se abren diferentes estancias. Con una parte excavada en la roca y otra construida con grandes sillares, se atiene a modelos helenísticos, con un amplio patio porticado alrededor del que gira el resto de la construcción. Una galería en el sector norte lleva a un pasillo que conduce a la cámara principal, una espaciosa estancia excavada en la piedra. En una cámara contigua se sitúa un sarcófago. El lugar destaca por sus interesantes pinturas murales y por haberse hallado en su interior algunas de las mejores esculturas de la necrópolis, con la de Servilia o la del Infante. Por su esplendor, todo hace pensar que la tumba perteneció a alguna de las familias de poderosos gobernantes-funcionarios de Roma.

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