Su construcción generó cierta polémica en la ciudad por su concepción modernista y su contraposición a una Sevilla más tradicional. Las Setas, ideadas como proyecto Metropol Parasol, nacieron con el objetivo de renovar la histórica plaza de la Encarnación y constituyen la estructura de madera más grande del mundo. Cuenta con seis parasoles en forma de setas, cuyo diseño se inspira en las bóvedas de la catedral y en los cuatro impresionantes ficus (con vistosas raíces aéreas) de la cercana plaza del Cristo de Burgos. Uno de sus grandes atractivos y quizás aquello que atrae más visitantes a la zona es su plaza mirador, desde la que pueden contemplarse unas vistas únicas de la ciudad.

Esta obra arquitectónica diseñada por el berlinés Jürgen Mayer cuenta con cinco niveles, siendo el superior el ya mencionado mirador. Por debajo se encuentra el punto de partida de la visita a las pasarelas, además de un pequeño bar y un amplio espacio diseñado como zona de eventos. En el tercer nivel hay una plaza elevada para disfrute de sevillanos y visitantes y en el segundo, situada al nivel del suelo, se halla el mercado de abastos, uno de sus emblemas, y una zona con un buen número de locales de restauración. El nivel más bajo lo ocupa el Antiquarium, un coqueto e interesante museo arqueológico, además de la tienda oficial o un punto de información turística.

El Antiquarium alberga los restos de gran parte del periodo romano, desde Tiberio (42 a.C.-37 d.C.) hasta el siglo VI, y de una casa islámica almohade de los siglos XII y XIII que las obras de este monumento dejaron al descubierto. El mirador, por su parte, permite realizar un recorrido panorámico de 360 grados a lo largo de 250 metros de pasarelas de formas serpenteantes a diferentes alturas, desde los 22 hasta los casi 29 metros. Esta histórica plaza del casco histórico nos acerca también a algún apartamento turístico de calidad en el que alojarnos mientras disfrutamos de la belleza y la hospitalidad de Sevilla.