Ecija hotel

PASEO POR LA RICA Y ABUNDANTE ARQUITECTURA RELIGIOSA DE ÉCIJA (II)

Un nuevo paseo por Écija. Es la tercera semana que regresamos a una de las localidades de Andalucía con un mayor patrimonio histórico-artístico. Y es que su historia se remonta a tiempos de la ocupación romana de la Península, pasando por la presencia musulmana en la Península Ibérica y pasando a forma parte del reino de Castilla durante la Edad Media. Aunque, quizás su momento de mayor esplendor sea el siglo XVIII, considerado el ‘Siglo de Oro ecijano’, época en la que vive un auténtico esplendor de construcciones civiles y religiosas. Y es por aquí, por donde continuamos el recorrido iniciado la pasada semana desde nuestro apartamento turístico en Sevilla, ciudad en la que nos alojaremos al no estar muy alejada de nuestro destino.

Una vez que llegamos a Écija desde nuestro alojamiento en el centro de Sevilla, partimos de la iglesia de San Francisco, templo de estilo neoclásico que cuenta con tres naves y crucero, contando este último con bóvedas góticas de los tiempos de su construcción, allá por el siglo XV. Sin embargo, las obras llevadas a cabo durante los siglos XVII y XVIII cambiarán de manera definitiva la fisonomía de esta iglesia que cuenta con una espadaña de dos cuerpos levantada a mediados del siglo XVIII, una vez que la original fue derribada por un huracán en 1620. El retablo mayor es de 1721 y entre los existentes en las capillas laterales, destacan el de la Virgen de la Esperanza, escultura del círculo de Jerónimo Hernández, y el de la Virgen de los Ángeles, imagen de candelero del primer tercio del siglo XVIII.

Siguiente paso, la iglesia de la Concepción, más conocida como El Hospitalito, dado que, en 1592, antes de convertirse en templo religioso, fue sede del antiguo Hospital de los Galindos. Consta de una sola nave con coro alto a los pies y un retablo mayor del siglo XVII en cuya hornacina central se aloja una imagen de la Inmaculada atribuida a Gaspar Núñez Delgado en 1600. Su fachada es de estilo renacentista y en su interior destaca el magnífico artesonado con decoración de lacería mudéjar. Cuatro son las iglesias y una ermita los edificios que nos quedan por visitar antes de regresar a nuestro alojamiento en Sevilla.

La primera de ellas, la iglesia de Santa Bárbara. Cuenta la tradición que en ese mismo solar hubo en tiempos de la ocupación romana un templo o un palacio, aunque el edificio actual se remonta al siglo XIII. El deterioro en que se encontraba avanzado el tiempo este templo de estilo gótico-mudéjar hizo que tuviera que ser restaurado entre 1787 y 1855, evolucionando hacia un edificio neoclásico que se convertiría en el primer edificio de este estilo construido en Andalucía. Su torre se remonta al siglo XV y se levantó sobre un antiguo torreón árabe. Solo se conserva el primer cuerpo de la antigua torre mudéjar después de que un rayo le causará considerables daños en el año 1892.

Nos vamos ahora, y ya se va acercando la hora de regresar a nuestro apartamento turístico amplio y cómodo en Sevilla, a la iglesia de Santa Ana cuya torre, la más pequeña de las que muchas que se dibujan en el skyline de la ciudad, tuvo que ser reconstruida en 1755 tras el terremoto de Lisboa. En 1506, sobre la que fuera ermita de San Martín, se levanta la iglesia de la Victoria, propiedad de la Orden de Mínimos de San Francisco de Paula. Un templo de planta de cruz griega que hubo de ser derribado en 1965 por su ruinoso estado, conservándose el camarín de San Francisco de Paula, con decoración de yeserías barrocas en su interior, tras el que se encuentra el panteón de la Casa de los Marqueses de Peñaflor, la torre, construida por encargo de los frailes José Santos y Pedro Díaz, y la portada del lado del Evangelio.

Cuenta la tradición que la iglesia del Carmen, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, fue levantada con templo conventual por un Tercio de soldados acuartelados en la ciudad durante la guerra de Granada. El estado actual se debe a la profunda remodelación llevada a cabo en el siglo XVIII. Desde 1897, tras pasar dos veces por las manos del Estado tras el decreto de 1809 de José I Bonaparte y la Desamortización de Mendizábal en 1836, fue habitada por los padres salesianos. Especialmente interesantes son capilla de Nuestra Señora de la Soledad y la Capilla del Santo Sepulcro.

Nos despedimos antes de regresar a nuestro apartamento turístico en el casco histórico de Sevilla visitando la ermita del Valle, situada fuera de los muros de la ciudad, en el camino que une la localidad con Palma del Río. Fue construida en el siglo XV en estilo gótico-mudéjar y cuenta con un interesante retablo barroco del siglo XVIII presidido por la imagen de la Virgen que le da nombre. Cuenta la leyenda que se levantó junto a una columna existente en tiempos de la dominación musulmana a la que fueron atadas, antes de ser degolladas, las monjas del antiguo convento de Santa Florentina. La columna se encuentra hoy coronada por una cruz colocada a finales del siglo XIV o principios del XV.

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