El verano llega a Sevilla cargado de danza. La capital de Andalucía, una de las ciudades más bonitas del mundo según aquellos que la conocen, se convierte en estos días en el centro internacional de la danza con la celebración del Festival Internacional de Itálica. Una cita que en este 2023 arrancó el pasado martes 20 de junio, pero que se prolongará hasta el 15 de julio con hasta 15 espectáculos de primer nivel. Los escenarios elegidos, mientras disfrutamos de un alojamiento turístico en Sevilla, son de gran belleza en sí mismos, ya que estamos hablando del Cortijo de Cuarto y del Teatro Romano de Itálica.

El Cortijo de Cuarto, como su propio nombre indica, es una antiguo cortijo de grandes dimensiones y estilo andaluz, propiedad de la ciudad de Sevilla y ubicado en el distrito Bellavista-La Palmera, no demasiado alejado de nuestro apartamento turístico en Sevilla. En sus terrenos se encuentra la ermita de Valme, lugar donde cada tercer domino de octubre se celebra la Romería de Valme, declarada desde 1976 Fiesta de Interés Turístico.

El templo, de estilo mudéjar, fue mandado construir, según la tradición, por el rey Fernando III de Castilla, conocido como el Santo, para dar las gracias a la Virgen por socorrerlo de un ataque de las tropas musulmanas durante la conquista de Sevilla. Destruida tras años de abandonado, fue reconstruida por iniciativa de los duques de Montpensier en 1859. Consta de una sola nave, con un retablo mayor barroco del siglo XVIII y un cuadro de Luis de Oñate en el que se representa a San Fernando ante la Virgen.

El Teatro Romano de Itálica, situado en la vecina localidad de Santiponce, a escasa distancia en coche de nuestro alojamiento en Sevilla, inició su construcción en época del Emperador César Augusto, sobrino nieto de Julio César, entre los siglos I a.C. y I d.C. y fue restaurado en 2014. Se ubica en la que fuera ciudad romana de Itálica, situada en el Bajo Guadalquivir, muy próxima a las rutas que conectaban las zonas mineras de las sierras norte de Sevilla y Huelva, aunque se trata de un espacio independiente al núcleo central del conjunto arqueológico.

Llegó a tener una capacidad para 3.000 espectadores, y en él se escenificaban representaciones de obras trágicas, cómicas y espectáculos de mimo., aunque, de manera excepcional, se produjesen actuaciones musicales e, incluso, algún acto religioso, especialmente los relacionados con el culto al emperador. Como en todos los teatros romanos, la orchestra, o espacio semicircular, separaba el escenario del graderío. En la actualidad, con un aforo de unos 758 espectadores, es un espacio cultural donde se celebran, entre otros, el Festival Internacional de Danza de Itálica, el Festival de los Teatros Romanos de Andalucía y el Festival de Teatro Grecolatino.

El 26 de junio, Lali Ayguadé Company presenta ‘Runa’ (Cortijo de Cuarto, 22:00h), cuentos de otro mundo, de otra época. Un paisaje caótico donde dos humanos investigan entre escombros, tratando de reimaginar, de volver a sentir lo que una vez fue, lo que una vez fueron. Personas inocentes que, ahora, convierten esas ruinas en aliados, en juegos para entender la realidad.

Los días 27 y 28 (Teatro Romano, 22:30h), Imperfect Dancers Company representa ‘Empty Floor, producción que pretende romper el tabú que aún rodea al alzhéimer, explorando el universo oculto y privado de todas estas personas que se enfrentan a diario a la enfermedad. Los espectáculos que tienen como escenario el Teatro Romano contarán, antes de la representación, con el proyección del vídeo mapping ‘Itálica, cuando las piedras bailan’, de Imperdible Artes Escénicas.

El día 29, contando con un alojamiento en el centro de Sevilla, le toca el turno a Fernando Romero, con el estreno absoluto de ‘Estrellas eléctricas aplastadas por el tacón. Picasso poeta’ (Cortijo de Cuarto, 22:30h), donde se abordan los procedimientos de escritura de Pablo Ruiz Picasso explorando, a través de una selección de poemas, esta faceta menos conocida del artista, aunque plenamente integrada en el conjunto de su obra. Una vivacidad de imaginación y un hambre por la innovación que desde el flamenco y la danza se comparte también con la música de Erik Satie, amigo y colaborador del pintor.

Y los días 30 de junio y 1 de julio, el escenario del Teatro Romano se llenará de magia flamenca con la representación de ‘O../O../.O/OO./O. (Soleá)’, a cargo de la gaditana María Moreno, quien da una paso más en su búsqueda vital y artística explorando los límites de este palo flamenco, con un respeto a la tradición desde unos códigos actualizados y contemporáneos.

Nos vamos, desde nuestro apartamento en Sevilla, hasta el día 3 de julio para disfrutar de ‘Antípodas?, de Florencia Oz & Isidora O’Ryan (Cortijo de Cuarto, 22:30h). Una propuesta visual y sensorial sobre el coexistir de dos mujeres que se relacionan en escena inspiradas bajo el tópico del ser enfrentado a la dualidad e identidad de sí mismo.

La Cía. Hervé Koubi es la protagonista de los días 4 y 5 (Teatro Romano, 22:30h) con la obra ‘Les nuits barbares ou les premiers matin du monde’ (Las noches bárbaras o los primeros amaneceres del mundo), un relato sobre esa historia que durante más de 3.000 años ha sido testigo de innumerables culturas cuyas diferencias nos han unido. No importa si somos argelinos, españoles, franceses, griegos… Somos, ante todo, mediterráneos, y este sentimiento de pertenencia es mucho más antiguo que el concepto de naciones.

Sara Calero nos espera el 6 de julio en el Cortijo de Cuarto (22:30h) con ‘La Finitud’, donde nos muestra como el ser humano es la única criatura con conciencia de su finitud, condición que convierte la muerte en un pacto con la vida. Una conciencia de transitoriedad que determina facultades y emociones como el lenguaje, el pensamiento, la desdicha o la alegría, una angustia primigenia que alberga, sin embargo, el secreto de la felicidad. El turno le llega a David Coria los días 7 y 8 con el estreno absoluto de ‘Los bailes robados’ (Teatro Romano, 22:30h), donde coreografía, teatralidad, imagen, música y sonido son las herramientas de una búsqueda artística, en profundidad desde la creación contemporánea del flamenco del siglo XXI.

El Teatro del Velador trae el estreno absoluto de ‘Hamvito’ el 10 de julio al Cortijo de Cuarto (22:30h), una propuesta que está en esa casa que rezuma memoria, conservadora de las huellas, de marcas de energía; es el objeto, la tienda de un anticuario, de aquello que ya casi no sirve para nada y amontona la historia que es nuestra propia vida. Otro estreno absoluto es el de ‘Averno’, de Marcat Dance (Teatro Romano, 22:30h), un espectáculo que, teniendo muy en cuenta toda la simbología que se desprende tanto del universo de la Divina Comedia como de los viajes iniciáticos, indaga en las emociones y las contradicciones humanas bajo la idea de que “para vivir un infierno no hace falta ir bajo tierra”.

Casi nos despedimos del festival y de nuestro alojamiento para toda la familia en Sevilla, con la compañía Siberia y ‘La Piel Vacía’ (Cortijo de Cuarto, 22:30h), obra que investiga la potencialidad misma del lenguaje danzado proponiendo una experiencia estética que cautiva y violenta las formas de percepción de los sentidos. Y, finalmente, el sábado 15 de julio aparecerá en escena Rocío Molina con ‘Carnación’, una performance de Rocío Molina en colaboración con Niño de Elche, Olalla Alemán, Pepe Benítez y Maureen Choi en escena. Se trata de un trabajo que, desde una particular sensibilidad, realiza un recorrido abierto alrededor del deseo.