-Si usted no ha visto la Feria, yo se la voy a enseñar… Y usted verá la hermosura, el embrujo y el salero. Y usted verá la hermosura y le dirá el mundo entero, como esta Feria ninguna-. Con estas palabras de una de las sevillanas más conocidas del grupo Amigos de Gines, nos adentramos esta semana en la Feria de Abril, cuyo recinto no se halla demasiado lejos de nuestro apartamento turístico en el centro de Sevilla.

Una copita de manzanilla o de fino, un platito de gambas o de buen jamón ibérico, muchas ganas de pasarlo bien y para los que saben o son más atrevidos, un baile por sevillanas, son los ingredientes perfectos para adentrarnos en una de las grandes fiestas de la primavera sevillana. La seriedad y rigurosidad de la Semana Santa dan paso a un estallido de algarabía que durará siete días.

Esta edición de 2022 arranca a las 00:00 horas del domingo 1 y acaba a las 23:59 del sábado 7 de mayo, contando con dos días festivos en Sevilla, el lunes 2, que también lo es en el resto de España al trasladarse la festividad del Día del Trabajo que cae en domingo) y el miércoles 4. Días en los que, además de disfrutar de la Feria, podemos visitar lugares como la catedral, vigilada desde lo alto por la Giralda; el Alcázar de los Reyes, con sus majestuosas estancias y sus refrescantes y variados jardines; el Archivo de Indias, donde se guarda buena parte de la memoria del descubrimiento de América; la Torre del Oro, vigía fiel del río Guadalquivir; el barrio de Santa Cruz, antigua judería de la ciudad; la Plaza de España, uno de los grandes legados del arquitecto Aníbal González; el Parque de María Luisa… Y todo ello a muy pocos minutos andando desde nuestro apartamento turístico de calidad en Sevilla.

El recinto ferial donde se celebra la Feria de Abril, que este año, como ya pasara de manera inédita en 2019, vuelve a celebrarse de principio a fin en el mes de mayo, tiene 1.200.000 metros cuadrados que, al caer el sol, se iluminará este 2022 con más de 370.000 bombillas, algunas de ellas de tipo led de bajo consumo. Y es que el Ayuntamiento ha establecido un plan para sustituir todo el alumbrado, con el objetivo de dejar de emitir a la atmósfera mas de 22 toneladas de CO2, en los próximos cuatro años. Los farolillos que la adornan se remontan al año 1877, cuando fue visitada por la reina Isabel II.

La portada de esta edición de 2022, que tiene unas medidas de 38 metros de altura y 46 de ancho y contará con 25.000 luces tipo led, está inspirada en el hotel Alfonso XIII, un establecimiento de estilo regionalista que se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, siendo inaugurado con una gran fiesta presidida por el rey Alfonso XIII, y que en 1988 fue declarado Bien de Interés Cultural. Fue, incluso, escenario de algunas localizaciones de la película clásica de Hollywood, Lawrence de Arabia.

El alumbrado, que marca el inicio de esta celebración en Sevilla, donde nos hemos alojados en un apartamento turístico con encanto, tendrá lugar en ese mismo instante en el que sábado 30 de abril deja paso al domingo 1 de mayo. Esa noche es conocida como la del ‘pescaíto’ y en ella los socios de las casetas se reúnen a cenar como forma de dar la bienvenida a estos días de alegría y diversión.

Una vez la luz conquiste el Real, la Feria de Abril dará sus primeros pasos con calles y casetas atestados de feriantes. Para prevenir posibles contagios por coronavirus y hacer de la Feria de Abril un lugar seguro para sevillanos y visitantes, las casetas estrenan este año un nuevo sistema de ventilación consistente en colocar en la trastienda (lugar donde suelen situarse la barra y la cocina y, por tanto, donde mayores aglomeraciones se produce) una especie de montera a dos aguas que permitirá que el techo quede abierto, posibilitando la entrada constante de aire renovado e impidiendo que pudiera entrar agua en el caso de que lloviese. Además, permitirá que la temperatura en el interior de las casetas descienda entre 3 y 4 grados.

El Real de la Feria podría catalogarse como una pequeña ciudad efímera, una vez que el sevillano convierte durante esos días la caseta en su ‘casa’ y es allí donde recibe a familiares y amigos. Existen dos partes bien diferenciadas, tres si tenemos en cuenta las zonas dedicadas a aparcamientos. La primera es el Real de la Feria, donde se instalan las casetas. Cuenta con 15 calles que tienen nombres de importantes figuras del toreo y en ellas, durante el día, se produce el paseo de caballos y carruajes, mientras la gente disfruta de buen beber y mejor comer en el interior de las casetas, todas ellas debidamente engalanadas (el Ayuntamiento otorga un premio a la mejor decorada), o en la zona de albero que les sirve de antesala. La otra parte es la conocida como Calle del Infierno, un parque de atracciones que cuenta con más de un centenar de atracciones que provocan un cantidad de ruido que ha terminado por dar nombre a la zona.