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TURISMO RELIGIOSO PARA EL PUENTE DE TODOS LOS SANTOS EN SEVILLA (I)

Llega, para los más afortunados, un puente de cuatro días en este año 2022. La festividad de Todos Santos que, con el día 1 como festivo, da paso al mes de noviembre es una buena excusa para escaparnos a disfrutar de unos días de descanso en una de las ciudades con más personalidad y belleza de Andalucía, y por qué no decirlo de España. Un lugar con mucho que ofrecer en un tiempo en que, dado que en estas fechas recordamos a aquellos que un día estuvieron caminaron por nuestras calles y hoy ya no están entre nosotros, el turismo religioso se convierta en opción prioritaria para muchos. Además contamos con apartamentos turísticos en el centro de Sevilla donde poder alojarnos.

La ciudad cuenta, según datos oficiales, con alrededor de 125 templos cristianos. Un número que va a hacer complicado que podamos visitarlos todos en estos días en que hemos decidido descubrir un lugar que, además, cuenta con lugares tan interesantes para visitar como la catedral, templo gótico más grande del mundo, acompañada siempre por su inseparable torre-campanario, la Giralda. Aquí empezaremos, a muy poco distancia a pie de nuestro apartamento turístico con encanto en Sevilla, un paseo por la religiosidad de una capital de Andalucía que es famosa en el mundo entero por su espectacular Semana Santa.

Es solo uno de los ángulos de un triángulo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto al Alcázar, residencia Real en uso más antigua de Europa que nos sorprenderá por sus magníficas estancias y su frondosos y refrescantes jardines; y el Archivo de Indias, espacio donde desde hace siglos se guarda la memoria de los territorios de ultramar que un día convirtieron a España en la nación más importante del mundo, un lugar donde nunca se ponía el sol. Formando casi parte de este espacio está el barrio de Santa Cruz, antigua judería de la ciudad y un entramado de calles y plazas idílico para ser paseado. Y a muy poco distancia, la Torre del Oro, y también el Parque de María Luisa, antesala natural de la Plaza de España, uno de los enclaves más visitados por los turistas. Y el río Guadalquivir, en cuya otra orilla se halla el barrio artístico y marinero de Triana.

Pero volvamos a nuestra idea de dedicar estos días, en los que estamos alojados en un apartamento con todas las comodidades en el casco histórico de Sevilla, al turismo religioso. Empezamos, como ya hemos dicho, por la catedral, en cuyo interior destacamos dos elementos de enorme belleza y grandiosidad, el Retablo Mayor, un espectacular estructura de madera policromada que preside el presbiterio de la Capilla Mayor formado por más de 44 relieves y más de 200 figuras, siendo el más grande de la cristiandad; y el coro, decorado con muros de cantería y acotado en su frente por una excepcional reja renacentista. La subida a la Giralda, con sus 104 metros de altura, es casi obligada, como lo es asomarse al famoso Patio de los Naranjos o caminar por las cubiertas para descubrir una panorámica única del propio templo, de la Giralda y de la ciudad.

Entre las curiosidades de este edificio considerado Bien de Valor Universal Excepcional está que, una vez que está considerado como ya hemos comentado el templo gótico más grande del mundo, es la tercera construcción de mayor tamaño, superada solo por San Pedro en el Vaticano y San Pablo en Londres. Los templos góticos solían tener planta de cruz latina, canon que no cumple la catedral, con forma cuadrada, al levantarse sobre una antigua mezquita. La Giralda fue, durante muchos años, la torre más alta de España.

Su conocido patio de los Naranjos fue en otro tiempo refugio de malhechores, al acogerse a sagrado (en otros tiempos los templos religiosos estaban fuera de la jurisdicción civil) y no poder ser detenidos por las autoridades. Las cadenas que cierran su contorno se pusieron para evitar que sus gradas siguieran siendo un lugar de reunión para comerciantes donde cerrar negocios. En el techo de una de sus naves cuelgan un cocodrilo de madera, un bastón, un colmillo de elefante y un bocado de caballo.

En el suelo de la catedral están enterrados los restos de diversas personalidades, entre ellas Cristóbal Colón, el rey Fernando III el Santo o Hernando Colón, hijo del primero y bibliógrafo. Volviendo a las alturas, las gárgolas por las que se evacua el agua que cae de las cubiertas tienen entre sus garras figuras humanas que no tienen que ver con el contenido religioso de sus portadas.

El visitante puede sorprenderse también por las pinturas que pueden verse en algunas de sus fachadas. Se trata de expresiones de felicitación hacia los estudiantes que lograban acabar su estudios en la Universidad. Estaban formadas por la palabra ‘Vítor’ y el nombre del estudiante (sería algo así como ‘Viva fulano’ o ‘Viva mengano’). Estos elogios también pueden verse en los muros exteriores del Archivo de Indias.

Finalmente, la catedral cuenta con obras de incalculable valor, hasta tal punto que está considerada como una de las mejores pinacotecas españolas, contando con obras de maestros de la pintura como Murillo, Velázquez, Goya o Zurbarán. También cuenta con importantes piezas escultóricas y de orfebrería y tejidos de gran calidad y belleza. Una última nota sorprendente: dicen que la catedral respira. Es decir, sus bóvedas se dilatan y se contraen dependiendo de la temperatura, lo que evita que su piedra se resquebraje y la seguridad del edificio sea mayor.

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