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UN PASEO POR LA SEVILLA DE LA VUELTA AL MUNDO DE MAGALLANES Y ELCANO (I)

Una vez superadas la Semana Santa y la Feria de Abril y en espera de que arranquen las del año 2023, está semana nuestra visita la capital de Andalucía, donde nos alojaremos en un apartamento turístico de lujo en Sevilla, mira al pasado. A un pasado glorioso que la convirtió durante años en una de las ciudades más importantes del mundo. Esta semana nos montaremos en nuestra particular máquina del tiempo y viajaremos a la Sevilla que conocieron Magallanes y Elcano cuando se embarcaron en la I Vuelta al Mundo. El próximo 10 de agosto se cumplirán 503 años de aquella gesta marítima que logró circunnavegar la Tierra por primera vez en la historia.

Ese día de 1519, la escuadra formada por las naos Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria (única que logró completar la expedición) y Santiago partía desde el conocido como Muelle de las Mulas, en la orilla del Guadalquivir en la que se asoma el barrio de Los Remedios, rumbo a Sanlúcar de Barrameda. La esfera armilar que marca la Milla Cero de la I Vuelta al Mundo, situada en la Plaza de Cuba, entre el puente de Los Remedios y el Círculo de Labradores, es el punto de partida de nuestro recorrido. Un lugar a no mucha distancia a pie desde nuestro apartamento turístico en el centro de Sevilla.

Frente a ella estuvo en su día el convento de nuestra señora de los Remedios, sede hoy del Museo de Carruajes, un espacio que nos muestra el interesante mundo del coche de caballos. En aquel edificio conventual, que antes fue una ermita que había sido levantada en el año 1526, se encomendaban los navegantes, y así lo hicieron Magallanes y Elcano, antes de partir en aquellas peligrosas e impredecibles expediciones hacia las Américas.

Desde ahí nos dirigimos hacia la iglesia de Santa Ana, en la calle Párroco don Eugenio, dentro ya del conocido barrio de Triana. Construida en el siglo XIII, en el siglo XVI, momento de la expedición, era la iglesia mayor del barrio marinero por excelencia (en esa época cuenta con un número de gentes relacionadas con los oficios del mar que suponían más de un tercio de la población activa). En este templo se puede contemplar una vista de Sevilla que sostienen las manos de las Santas Justa y Rufina, patronas de la ciudad, donde se pueden ver la catedral, las atarazanas, el río y Triana, que sería coetánea de la primera circunnavegación.

Allí se encuentra, en una capilla lateral de la nave de la Epístola, la imagen de la Virgen de la Victoria ante la que, cuando presidía la iglesia del desaparecido convento de la Victoria, se celebró el 10 de agosto de 1519 el solemne ceremonial de bendición de las banderas de Castilla que se izarían en las diferentes naves de la flota, al que asistieron los capitanes de cada una de ellas. Allí mismo, Magallanes prestó juramento de lealtad al rey de España besando el estandarte real. Y ante esta misma imagen se plantaron tres años más tarde, en septiembre de 1522, los 18 marineros (de los más de 200 que partieron) que, comandados por Juan Sebastián Elcano, sobrevivieron al viaje y regresaron a casa.

Nos trasladamos ahora al castillo de San Jorge, un baluarte defensivo de la ciudad de origen almohade cuya importancia defensiva fue decayendo con los siglos y terminó convertido en dos ocasiones, con un intervalo en que fue propiedad del Conde Duque de Olivares, en sede de la Inquisición. Sería demolido en el siglo XIX y en su solar se levantó el actual mercado de Triana, donde podemos degustar algunas de las más deliciosas tapas típicas de Sevilla. En la actualidad, el Museo de la Inquisición es un centro de interpretación de unos restos arqueológicos que nos hablan de la actividad del santo tribunal.

Dejamos el barrio por el Puente de Triana, el que fuera antiguo Puente de Barcas para unir las orillas del río Guadalquivir a las que se asoman Sevilla y Triana. Desde allí, mirando en sur, podemos disfrutar en todo su colorido de la actual calle Betis y contemplar un panorama inmejorable del puerto histórico de Sevilla, con la Torre del Oro como imperturbable vigía.

El actual puente, construido con hierro, sustituyó a mediados del siglo XIX al vetusto puente de barcas en uso desde comienzos del siglo XVI. Aquella inestable construcción fue el único paso para cruzar de Sevilla a Triana y de Triana a Sevilla, y para unir a esta última con los pueblos del Aljarafe, y por él debieron pasar Magallanes y Elcano en multitud de ocasiones y por él cruzaron provisiones y útiles para la vida diaria en las embarcaciones que conformaban la expedición.

La próxima semana, mientras continuamos disfrutando de nuestro apartamento turístico para toda la familia en Sevilla, seguiremos nuestro paseo por la Sevilla de Magallanes y Elcano recorriendo diversos espacios de la otra orilla, la de Sevilla. Visitaremos, entre otros lugares, las Reales Atarazanas, el Archivo de Indias, la catedral y su deslumbrante Giralda, las Torres del Oro y de la Plata, el Patio de Banderas del Real Alcázar, la Casa de la Contratación, la capilla de Santa María de Jesús en la Puerta de Jerez…

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