Impulsados por la comodidad y los servicios del apartamento de lujo en el centro de Sevilla en el que estamos alojados, llevamos ya dos semanas descubriendo algunos de los lugares con más encanto de la capital de Andalucía: su plazas. Desde la Plaza de España y la Plaza de América, que con singular belleza engrandecen aún más el encanto del Parque de María Luisa, hasta la plaza de doña Elvira o de la Santa Cruz, en el barrio de Santa Cruz, antigua judería de la ciudad, pasando por plazas como la del Triunfo o la de la Virgen de los Reyes, atrapadas por la grandiosidad de edificios como la catedral, el Alcázar o el Archivo de Indias.

Nuestro primer destino esta semana, a un corto paseo de nuestros apartamentos turísticos con piscina en Sevilla, es el Patio de Banderas, una atípica plaza que, situada dentro de las murallas del Real Alcázar, fue en otros tiempos su plaza de armas. Se accede a ella desde otra plaza, la del Triunfo, a través de un arco sobre el que estuvo pintado un haz de banderas, de ahí su actual nombre. En el interior de este arco hay un retablo del último tercio del siglo XVII que cuenta en el centro con la Virgen de la Inmaculada Concepción flanqueada por Santa Ana y San Joaquín. En los lados aparecen San Pedro y San Fernando y en la parte superior, San José con el Niño Jesús en brazos.

Mandada construir por Abderramán III en el siglo X, se la conoció en sus inicios como la Dar Al-Imara o casa del Príncipe y se accedía a él por una puerta, que en la actualidad se encuentra cegada, situada en la calle Joaquín Romero Murube. En 1729, el rey Felipe V la reconvirtió en armería. El Patio de Banderas actual, sin embargo, ya poco tiene que ver con el original al ser objeto de varias reformas urbanísticas durante los siglos XIX y XX.

Hoy, cercano a nuestros apartamentos turísticos para toda la familia en Sevilla, es un espacio rectangular rodeado de casas que lo recorre una acera pavimentada con losas de Tarifa de gran tamaño, solo interrumpida en el arco de entrada y a la salida del apeadero del Alcázar. En el centro cuenta con un recinto de albero arbolado con una doble hilera de naranjos, conectados entre sí por canalillos que hacen que el agua fluya de unos a otros, al estilo del Patio de los Naranjos de la catedral, y una fuente, que no es la primitiva, obra del escultor José Lafita Díaz. Un intricado callejón la conecta con el barrio de Santa Cruz.

La Plaza de las Cruces es un lugar de una encantadora simpleza situado en el barrio de Santa Cruz. Aunque considerada por muchos una plaza quizás pueda ser considerada más un ensanche de la calle de las Cruces, en cuyo principio pueden verse adosadas en una de las paredes unas cruces de madera pintadas de color verde colocadas en el siglo XV (de ahí que en otro tiempo se llamara calle de las Cruces Verdes) hasta su fusión con la calle Doncellas. Debe su nombre al calvario que decora su centro, tres cruces de hierro forjado sobre tres columnas de mármol que evocan la crucifixión de Jesucristo y los dos ladrones, elevadas sobre unos escalones y rodeadas por un enrejado con faroles en sus cuatro esquinas.

Si durante tu estancia en un apartamento turístico en Sevilla alguien te pregunta si has visitado la Pila del Pato no respondas hasta saber que su verdadero nombre el Plaza de San Leandro, ubicada entre la iglesia de Santa Catalina y la Alfalfa. El apodo lo recibe de la fuente de mármol de estilo renacentista y con más de 200 años de historia (aunque no siempre estuvo en este lugar) que la preside y cuya agua fluye a través del pico de un pato que mira hacia el cielo sevillano. La plaza está rodeada de naranjos y cuenta, casi dando sombra a la fuente, con un impresionante y frondoso laurel de Indias. Finalmente, sería un pecado no aprovechar la visita para degustar las dulces yemas que elaboran las monjas agustinas de San Leandro, convento que ocupa una de las fachadas que la rodean y le da nombre.

La plaza del Cristo de Burgos parece más un vergel natural que una plaza urbana. Nacida de la unión en el siglo XVI de la calle Morería y la plazuela del Mesón del Rey, cuenta con ejemplares de plátanos de sombra, palmeras, naranjos y jazmines, además de con cuatro impresionantes y frondosas higueras australianas (de la familia de los ficus) que adornan sus cuatro esquinas con sus peculiares raíces aéreas.

En su entorno vivió a lo largo de los siglos la comunidad judía, más tarde la musulmana y, finalmente, adquirió marcada presencia cristiana. De hecho, debe su nombre al Cristo de Burgos, titular de la hermandad del mismo nombre que tiene su sede en la iglesia de San Pedro. Es una plaza con mucha vida, siendo muy común contemplar a menores jugando en sus pequeñas glorietas ante la atenta mirada de las personas que los cuidan desde los bancos de hierro forjado que hay en sus laterales.

Y finalmente, al lado de nuestros apartamentos turísticos con todos los servicios y comodidades en Sevilla está la Plaza de la Encarnación, bautizada desde hace unos años como Plaza de las Setas debido a la vanguardista construcción que la ocupa, bajo el nombre de Metropol Parasol. Esta céntrica plaza albergó en otros tiempos el convento de la Encarnación. Su derribo en 1810 conformó un amplio espacio en el que se integraron zonas colindantes, tales como la plaza de Don Pedro Ponce, al acceso a la calle Regina y un tramo de José Gestoso. Sería en 1845 cuando, con la reforma general del callejero, pasaría a llamarse plaza de la Encarnación.

Hoy en día acoge un antiquarium, que alberga restos de gran parte de la etapa romana en la ciudad y de una casa islámica almohade; una tienda oficial donde comprar algún recuerdo vinculado a este espacio polémico para los puristas de la tradición sevillana que ahora se ha convertido en todo una icono de la ciudad, recibiendo cada día a cientos de turistas; un mercado de abastos y varios locales de ocio y restauración en los que disfrutar de unas deliciosas tapas; un segundo nivel con una plaza pública para disfrute de sevillanos y visitantes; un pequeño bar y una zona destinada a todo tipo de eventos en el tercer nivel; y un mirador que ofrece una vistas inmejorables de la capital de Andalucía.