Dicen que París es la ciudad del amor. Pero estamos seguros de que Sevilla no tiene nada que envidiarle cuando se trata de hacernos una escapadita romántica con nuestra pareja. No en vano esta es la ciudad donde nació el poeta por excelencia del romanticismo español, Gustavo Adolfo Bécquer. A no mucha distancia a pie de nuestro alojamiento en Sevilla está el Parque de María Luisa, un lugar ideal para pasear cogidos de la mano a la sombra de los grandes árboles, bajo el sol que ilumina sus elegantes plazas o junto a frescor de sus fuentes y estanques. Allí, además, podemos rendir homenaje al escritor junto al monumento que lo recuerda.
Se trata de una escultura de mármol, que descansa bajo los largas ramas de un taxodium, árbol también conocido como ciprés de los pantanos, originario del sudeste de los Estados Unidos, presidida por el busto del poeta, junto a tres damas sentadas en un banco que representan los tres estados del amor (ilusionado, poseído y perdido) y dos figuras de bronce, un joven Cupido que simboliza el amor que hiere y un hombre que se retuerce sobre sí mismo para hablarnos de ese amor que duele.
No acaba aquí nuestro recorrido por la vida de Bécquer en este tiempo anterior y posterior al Día de San Valentín (el 14 de febrero cae en martes en este 2023) en el que hemos decidido disfrutar de la capital de Andalucía alojándonos en un apartamento turístico en el centro de Sevilla. Haremos un recorrido desde el lugar que escuchó su primer llanto, en el barrio de San Lorenzo hasta la cripta donde descansan sus restos mortales, en la iglesia de la Anunciación, pasando por uno de los lugares donde se concentran buena parte del ocio joven en la actualidad, la Alameda de Hércules, donde vivió, o, entre otros espacios, el convento de Santa Inés, en cuya iglesia tocó el órgano Maese Pérez, protagonista de una de las más populares leyendas de Bécquer.
En la antigua calle Ancha, hoy Conde Barajas, hasta donde llegaremos dando un agradable paseo desde nuestros apartamentos en Sevilla, está lo poco que queda de la casa natal del escritor, una fachada y un placa que recuerda que allí vio por primera vez la luz el 17 de febrero de 1836. Su bautismo lo recibe en la iglesia de San Lorenzo, templo que comparte plaza, a la que da nombre, con la Basílica del Gran Poder, una talla realizada en madera de cedro policromada atribuida a Juan de Mesa que muchos apodan ‘’El Señor de Sevilla’.
La iglesia de San Lorenzo, de estilo gótico-mudéjar, fue construida en el siglo XIII y remodelada en los siglos XVIII y XIX. Cuenta con tres puertas, una torre-fachada de planta rectangular y un cuerpo de campanas añadido en 1757. La fachada contiene azulejos con imágenes del Gran Poder, el Cardenal Spínola, Las Ánimas y las vírgenes del Dulce Nombre y de la Soledad, todas ellas relacionadas con la vida y la historia del templo.
Consta de cinco naves con artesonado de madera, con coro y órgano a los pies de la nave central. Destaca su retablo, dedicado a San Lorenzo, obra de Martínez Montañés. La capilla sacramental, del siglo XVII, es uno de los espacios artísticos más bellos de la ciudad, mientras que el presbiterio cuenta con varios óleos de gran valor artístico de Juan de Uceda o Francisco Pimentel.
La próxima semana nos adentraremos, desde la comodidad de nuestro alojamiento de vanguardia en Sevilla, en el barrio donde vivió parte de su juventud, conoceremos el convento-colegio donde inicio sus estudios, visitaremos ese triángulo Patrimonio de la Humanidad que forman el Alcázar, el Archivo de Indias y la catedral, cuyo campanario, la Giralda, no nos dejará indiferentes, acudiremos al convento de Santa Inés, escenario de una de las más populares leyendas del poeta, y nos despediremos en el lugar donde responsan sus restos mortales, el Panteón de los Sevillanos Ilustres.
