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SEVILLA SE DISPONE A VIVIR ENTRE CANTES Y BAILES SU FERIA DE ABRIL DE 2023

Un vasco y un catalán, concejales sevillanos de adopción. José María Ibarra y Narciso Bonaplata. Ellos fueron quienes pusieron en marcha una Feria ganadera allá por 1842 que, con el paso del tiempo, acabaría convirtiéndose en una de las grandes fiestas de primavera con que cuenta la ciudad de Sevilla, la Feria de Abril. Un cita a la que podemos acudir desde nuestro alojamiento turístico en el centro de Sevilla.

Un acontecimiento lúdico que, dos semanas después de la Semana Santa, levanta junto al río Guadalquivir una miniciudad en la que pasean, ríen, beben, comen, bailan… miles de sevillanos y de visitantes que se siente atraídos por unos días para la algarabía y el buen vivir. Ocho días en los que alojados en un apartamento turístico en Sevilla nos disponemos a disfrutar de toda la animación que se vive en el interior del Real de la Feria.

Mujeres y hombres a caballo vestidos de corto, guapas flamencas vestidas con colores, elegantes muchachos con traje y corbata, turistas despistados, parejas en vaqueros y camisetas cortas para soportar el color… En definitiva, gentes de todas las clases y condiciones que durante unos días se reúnen en torno a un buen número de casetas, tanto públicas como privadas. Las primeras garantizan que sin tener amigos o familiares en la capital de Andalucía, donde además contamos con apartamentos turísticos de calidad en Sevilla, todo el mundo pueda divertirse.

Desde primeras horas de la mañana, donde abundan las familias que van a contemplar el paseo de coches y caballos, hasta la madrugada, a la que suelen dar la bienvenida en su mayoría los jóvenes, la Feria nos invita a disfrutar a lo grande antes de regresar a nuestro alojamiento en Sevilla.

Dejando atrás, mientras nos dirigimos a nuestro apartamento turístico para toda la familia, una portada que en esta Feria de Abril de 2023 tiene la inspiración regionalista de dos espacios emblemáticos de la ciudad, la Plaza de España, del arquitecto Aníbal González, cuya ingente obra se extiende por toda la ciudad, y el Teatro Coliseo España, de los arquitectos José y Aurelio Gómez Millán. Tiene 46 metros de ancho y 38 de alto y combina los colores ocre, rojo, blanco y azul y está coronada por la banderas de España, en el centro, y algo más abajo a derecha e izquierda, las de Andalucía y Sevilla.

La Feria arranca el sábado 22 de abril con la conocida como ‘cena del pescaíto’, un tiempo, antes de que se produzca el alumbrado de las miles de bombillas que escondidas dentro de farolillos de colores iluminarán las noches de esta ciudad en miniatura que es el Real, reservado para los socios de las casetas. Será a las 00.00 horas del domingo cuando la luz abra el recinto a todo aquel que quiera visitarlo y gozarlo. El punto y final a la fiesta, de cuya intensidad hemos descansado en un alojamiento con todos los servicios en Sevilla, será el sábado 29 de abril con un espectáculo de fuegos artificiales.

Aunque la variedad gastronómica es amplia, los platos más característicos de estos días son el jamón ibérico, el pescaíto frito, las gambas o la tortilla de patatas. Todo ello acompañado de un cerveza fresquita, una copita de manzanilla o un vasito de ‘rebujito’, bebida que nace la combinación de la manzanilla y Seven Up o Sprite. Y, quizás, cuando el cansancio empiece a pesarnos, una buena taza de caldero de puchero, del que se dice que ‘revive a los muertos’. Todo ello, mientras disfrutamos del cante y el baile por sevillanas.

Un ‘universo’ aparte de la Feria de Abril, pero indisociable de su existencia a lo largo de los años, es la denominada ‘calle del infierno’. Un espacio para los más pequeños y para aquellos que deseen vivir emociones fuertes en un buen número de atracciones para todas las edades que harán que se dispare nuestra adrenalina. Además, a lo largo de este recinto, donde la música se confunde con los sonidos de las sirenas que nos anuncian el comienzo el final de los viajes, podemos encontrar diferentes puestos donde adquirir comida y bebida. Y para terminar, antes de buscar la confortable cama de nuestro apartamento turístico de lujo en Sevilla, nada mejor que pasarnos por uno de los laterales del recinto para saborear un buen chocolate con churros o buñuelos.

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