La primavera llega a Sevilla con dos de las fiestas que más conocida la han hecho internacionalmente: la Semana Santa, con su hondura, su magnificencia y su pasión en unas calles, plazas y barrios que se engalanan para recibir al Hijo de Dios; y la Feria de Abril, con su alegría, su algarabía y un entusiasmo que se desborda por todos los rincones de esa ciudad en miniatura que es conocida con el nombre de El Real. Un lugar donde, además, podemos alojarnos en un apartamento turístico de calidad en Sevilla.
Eso es Sevilla. Pero también su catedral, que abraza a esa Giralda que un día fue alminar musulmán y hoy es campanario cristiano; el Alcázar, palacio real en uso más antiguo de Europa, que deslumbra con sus estancias y jardines; y el Archivo de Indias, memoria de las posesiones españolas de ultramar. Tres elementos patrimoniales que forman un triángulo considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Y su Parque de María Luisa, su Plaza de España, la Torre del Oro, la prolífica herencia arquitectónica dejada por Aníbal González, la modernidad de Las Setas de la Plaza de la Encarnación, el ocio de la Alameda de Hércules, el comercio de las calles Sierpes y Tetuán, el arte del barrio de Triana, la comodidad de sus alojamientos en el centro de Sevilla, o el singular barrio de Santa Cruz…
La Semana Santa arranca en la capital de Andalucía, donde estamos alojados en un apartamento turístico de calidad en Sevilla, el Viernes de Dolores, aunque quizás el periodo más conocido por el gran público es que el une dos domingos, el de Ramos y el de Resurrección. El Viernes de Dolores es día de barrios, con la salida a la calle de seis cofradías: la Misión, Bellavista, la Corona, Pino Montano, Pasión y Muerte y Bendición y Esperanza del Polígono Sur, que se convierte en la corporación número 71 de la ciudad declarada con carácter penitencial, aunque este primer año procesionará sin la compañía de nazarenos.
La víspera de las palmas y los ramos para festejar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén es el Sábado de Pasión. Es otro día donde los grandes protagonistas son los barrios, con la salida a las calles de la hermandades de Padre Pío, la Milagrosa, que visita el Hospital San Juan de Dios con su singular guardia judía, San José Obrero, el Divino Perdón, la Humildad de Sevilla Este y Torreblanca, decana de las hermandades de ‘vísperas’.
Y llega el Domingo de Ramos, quizás el día que con mayor intensidad vive la ciudad. Igual que la noche lo es la ‘Madrugá’. Una jornada que merece la pena ser vivida en la calle y que es considerado el día por excelencia de las familias, con la que hemos decidido alojarnos en un céntrico apartamento turístico en Sevilla.
La primera hermandad en poner sus titulares en la calle es la Borriquita, que sale de la Basílica del Salvador y hará las delicias de los más pequeños con una entrañable procesión infantil. Es el día también de Jesús Despojado y la Virgen de los Dolores partiendo desde la Plaza de Molviedro; de la cofradía trianera de La Estrella, fundada en 1560; La Paz, con sede el barrio de El Porvenir y cuya creación fue impulsada por un grupo de militares tras la Guerra Civil; La Cena, que cuenta con tres pasos, uno donde Jesús instituye la Eucarística acompañado a la mesa por los 12 apóstoles, otro que es un Cristo sentado en actitud orante antes de ser crucificado y el palio de la Dolorosa.
También forman parte de este jornada, la hermandad de La Hiniesta, titular de la parroquia de San Julián, en el populoso barrio del mismo nombre, con un crucificado al que acompaña María Magdalena y la Virgen de la Hiniesta, obras todas de Castillo Lastrucci, una vez desaparecidas sus anteriores imágenes en el incendio intencional del templo en 1932; San Roque fue fundada en 1901 y también perdió sus imágenes originales en un incendio en el templo en 1936; La Amargura, que sale de la Plaza de San Juan de la Palma (Casco Antiguo) y fue fundada en el siglo XVII también, al igual que La Hiniesta, en el barrio de San Julián, siendo su Dolorosa la primera coronada canónicamente en 1954; y la hermandad del Amor, que parte desde la iglesia del Salvador, fue fundada en 1508 en la iglesia de Santiago con la finalidad de atender a los presos y su crucificado es obra de Juan de Mesa en 1620. Son muchas las emociones que nos esperan, así que nos haremos ganado un merecido descanso en un nuestro alojamiento en Sevilla.
