En el último artículo comenzamos nuestra andadura en este Puente de Todos los Santos, que abre el mes de noviembre, visitando el templo religioso más importante de la ciudad, donde estamos alojados en un apartamento turístico en el casco histórico de Sevilla, la catedral. Considerada el templo gótico más grande del mundo, impresiona ver esa vigía permanente que tiene siempre a su lado, la Giralda. Fue antiguo minarete musulmán y es hoy campanario cristiano. Y nos dimos una vuelta también, alejándonos un poco de lo religioso, para visitar el Alcázar, el Archivo de Indias, el barrio de Santa Cruz, la Torre del Oro, el Parque María Luisa o la Plaza de España e, incluso, cruzamos a la otra orilla del Guadalquivir para degustar el arte del barrio de Triana.
Haremos ahora un repaso por esas iglesias que han de ser visitadas al menos una vez en la vida en esta ciudad que cuenta con apartamentos turísticos para toda la familia en Sevilla. Las primeras visitas serán dos basílicas y una capilla que tienen un enorme protagonismo en la Semana Santa sevillana. En las primeras ‘residen’ el Gran Poder, en un templo de estilo barroco de gran sencillez donde lo más destacado es la figura del Señor de Sevilla, y la Esperanza Macarena, una construcción de un sola nave cubierta con bóveda de cañón y con cuatro capillas laterales. La Capilla de los Marineros, mientras, acoge, en el barrio que le da nombre, a la Esperanza de Triana. Destaca su portada, sobre la que se levanta una espadaña campanario de estilo sevillano. Cuenta con una nave central, en cuyo retablo barroco del siglo XVIII está la imagen de la Virgen, y dos laterales, la Nave del Sagrario y la de San Juan Evangelista.
Justo al lado de nuestro apartamento turístico de vanguardia en Sevilla está la iglesia de la Anunciación, cercana a la conocida plaza de las Setas y uno de los edificios más importantes de la época del Renacimiento en la ciudad. La iglesia de Santa María Magdalena es de estilo barroco y fue declarada en 1970 Bien de Interés Cultural. Es uno de los grandes tesoros escondidos y, según todos los indicios, se levantó sobre una vieja mezquita. Junto a la conocida calle Feria está la iglesia de Omnium Sanctorum, un edificio gótico-mudéjar levantado a mediados del siglo XIII y declarada Monumento Nacional. Una visita especial en estos días, una vez que allí tiene su casa la Hermandad que le da nombre, la de la Virgen de Todos los Santos.
Uno de los templos más conocidos es la iglesia colegial del Divino Salvador, ubicada en la Plaza del Salvador, punto de encuentro para muchos sevillanos y no más de diez minutos a pie desde nuestro apartamento de calidad en Sevilla. Está situada sobre la primitiva Mezquita Mayor y es el segundo templo más grande de Sevilla. Conserva del siglo IX el Patio de Abluciones y la base de su torre. En el interior destaca el retablo mayor, una de las obras más importantes del barroco sevillano. La iglesia de San Luis de los Franceses, construida por encargo de la Compañía de Jesús, conforma un ejemplo destacado de arquitectura barroca del siglo XVIII.
Una de las iglesias más antiguas de la ciudad es la de Santa Catalina, declarada Monumento Nacional desde 1912 y Bien de Interés Cultural desde 1985. Su estructura corresponde a la tipología del templo parroquial mudéjar sevillano del siglo XIV, siendo de planta rectangular con cabecera poligonal. La puerta principal de acceso a la iglesia, a los pies de la nave central, es gótica ojival y procede de la clausurada iglesia de Santa Lucía, del siglo XIV. Cuenta con una de las capillas más hermosas de Sevilla, la capilla sacramental de Santa Catalina. De estilo churrigueresco, barroco con una recargada decoración, está ubicada en la cabecera de la nave del evangelio.
Una ojeada merece, antes de regresar a nuestro apartamento turístico en Sevilla, también la monumental iglesia barroca que forma parte del Hospital de Los Venerables. Edificada a finales del siglo XVII, sus paredes nos cuentan cientos de historias, algunas de ellas nacidas de las manos y los pinceles de artistas como Murillo y Valdés Leal. Llaman la atención las pinturas al fresco de las bóvedas y de la cúpula y las hermosas imágenes diseñadas a lo largo y ancho de todas sus paredes por Juan de Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés. Mucho interés tiene también la obra escultórica de Pedro Roldán.
