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UN VERANO EN FAMILIA PASADO POR AGUA EN LA PROVINCIA DE SEVILLA (I)

Cuando el calor aprieta, y en Andalucía en verano suele hacerlo con muchas ganas, una de las mejores alternativas para sentirnos mejor es darnos un buen chapuzón. La provincia sevillana, que tiene la costa de Huelva a menos de una hora y la de Cádiz a no más de una hora y media desde nuestro apartamento turístico en el centro de Sevilla, cuenta también con zonas de baño y piscinas naturales para poder disfrutarlas en familia. Buena parte de ellas, en forma de pozas, lagos o playas artificiales se encuentran enclavadas en la Sierra Norte, un espacio que además alberga pueblos con un gran encanto y con una gastronomía que hará las delicias de los paladares más exigentes.

En esta época del año, si queremos conocer la catedral y su famosa Giralda o viajar al Siglo de Oro a través de la memoria del descubrimiento del Nuevo Mundo que encierra entre sus paredes el Archivo de Indias o sentirse como un ‘rey’ paseando por los hermosos jardines y adentrándose en las elegantes estancias del Alcázar o perderse por las plazas y callejuelas del barrio de Santa Cruz la mejor opción es descansar durante el día en nuestro apartamento turístico con piscina en Sevilla y pasear la ciudad por la noche, cuando las temperaturas descienden.

Una buena idea puede ser aprovechar al paseo para tomar un refrigerio y descubrir el delicioso tapeo que ofrece siempre la capital andaluza. Otra alternativa, al caer la tarde, es acercarnos al Parque de María Luisa y sentarnos en uno de los bancos que hay junto a sus estanques artificiales antes de, ya entrada la noche, visitar una Plaza de España que con la iluminación artificial adquiere una belleza muy singular. También existe la posibilidad de cruzar el río Guadalquivir, que siempre nos deja la bonita estampa de la Torre del Oro mirándose en sus aguas, y adentrarnos en el ‘marinero’ barrio de Triana.

Pero si no queremos pasar todo el día en nuestro apartamento turístico para toda la familia en Sevilla, una buena opción es coger el coche o el tren y acercarnos en busca de agua fresquita con la que aliviar las horas de calor. Podemos empezar por uno de los lugares predilectos de los sevillanos, la playa de San Nicolás del Puerto. Esta localidad serrana, en pleno corazón del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, está bañada por dos ríos, el Huéznar, afluente del Guadalquivir que nace en su término municipal, y el Galindón, que, tras colarse a través de los ojos del antiguo puente romano, forma una playa fluvial en el casco urbano. Una pequeña presa hace que se forme una extensa lámina de agua donde es posible disfrutar de un refrescante baño. Cuenta con duchas y con chiringuitos.

Aprovechando nuestra visita a este coqueto pueblo serrano, y si el tiempo nos los permite, podemos acercarnos a conocer el Cerro del Hierro, un monumento natural donde la erosión y la minería del hierro (abandonada ya en 1978) han modelado un paisaje sobrenatural y espectacular. Se trata de una formación geológica con millones de años de historia considerada un paisaje kárstico único en el mundo por su belleza y singularidad, lo que hizo que fuera declarada Monumento Natural. Podemos visitar allí el Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes, realizar el sendero del Cerro del Hierro, de escasa dificultad y, por tanto, apto para toda la familia, o conocer la iglesia anglicana construida por la compañía escocesa que explotó el yacimiento minero.

También merecen una visita, antes de regresar a nuestro apartamiento turístico de lujo con piscina y gimnasio en Sevilla, el antiguo puente romano sobre el río Galindón (al que ya hemos hecho referencia con anterioridad), la iglesia de San Sebastián y San Diego, de estilo mudéjar; la ermita de San Diego, construida en el siglo XV; la casa natal de San Diego, una vivienda de dos plantas y unos 250 metros cuadrados; y el Crucero de Piedra, una cruz labrada en piedra sobre una columna realizada entre 1575 y 1599, cuando el municipio formaba parte del Reino de Sevilla.

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